El pasado 10 de agosto, Panamá se convirtió en ser el primer país centro americano en prohibir el uso de bolsas plásticas, exhortando a seguir sus pasos a los demás países centroamericanos. Esta nueva ley 492 de 2017, prohíbe el el uso de bolsas de polietileno o material plástico convencional en diversos lugares de venta como: supermercados. autoservicios, almacenes y comercios en general para transporte de productos o mercaderías, además de aclarar que estas clases de bolsas no son compatibles con la mitigación del impacto ambiental. Sin embargo, se establece una excepción que concierne el uso de bolsas plásticas sólo para contener alimentos que sean húmedos o reelaborados y no pueda contenerse en bolsas de otro material dadas sus características o por motivos de asepsia. Por tanto, dicha ley promueve el uso de bolsas re utilizables.

Resulta paradójico que para elaborar una bolsa de plástico su proceso es tan fácil que toma minutos, sin embargo, su degradación en el medio ambiente toma 400 años. Las bolsas plásticas después de ser usadas se convierten en desechos que son perjudiciales para el ser humano, plantas, animales y el medio ambiente.

A parte del contenido normativo que prohíbe el uso de las bolsas plásticas, dentro de esta ley hay otros componentes como: desarrollar campañas educativas para concientizar a la población panameña, respecto al uso racional y los materiales de los productos que utilizan, diferenciándolos entre degradable y no degradable y su impacto en el medio ambiente. Y otra componente seria, recaudar y aportar fondos que serán empleados en programas de reciclaje y de educación para el uso de materiales que sean amigables al medio ambiente. Cabe mencionar que los fondos se obtendrán como resultado de las multas aplicadas en caso de incumplir la Ley 492 de 2017.

Por otro lado, la Asociación de Fabricantes de Productos Plásticos en Panamá se manifestó al respecto, ya que consideran que su rubro se verá afectado ante esta nueva ley, quien sostiene que debería regularse el uso de las bolsas plásticas, mas no prohibirlas.

Esperemos que esta ley se ejecute con éxito, lo cual repercutirá en la conservación del medio ambiente y principalmente del ecosistema marino. Ya que, según estadísticas del Ministerio de Ambiente y La Autoridad de Aseo Urbano y Domiciliario se reportan alrededor de 700 toneladas de basura en los océanos panameños, y el plástico es el desecho más encontrado, el cual es dañino para la fauna marina no solo por ocasionarles lesiones a las especies ya que muchas veces quedan atrapados por los plásticos y se les dificulta el movimiento, si no que, estos plásticos desprenden sustancias y partículas que resultan toxicas para éstos.